Siestas y café

 

Querida  Madrina:

Es impresionante como pasa el tiempo. Como todos esos días en la plazoleta quedan borrosos en mi memoria pero es aún más impresionante como todas y cada una de esas cosas han calado en mi forma de ser. Es cierto que no me acuerdo de que pasó el día X a la hora Y pero es impresionante como cada vez que me preparo una taza de café automáticamente me trasporto a casa de la abuela y siento como, por un instante, volvemos a estar todos juntos.  Es impresionante como cada vez que me voy a echar una siesta automáticamente me huele a verano, a hamburguesas, a historias interminables donde Caperucita se podía hacer amiga de Peter Pan y el abuelo me  escuchaba  con toda su inagotable paciencia,  a caballos, a juegos sin horarios, a piscina, a fotografía… pero sobretodo es impresionante la noche de Reyes. Esa noche tan mágica, que aún me pone nervioso, en la que todavia escucho a los camellos, en la que no se si beber mucha agua para intentar pillarlos infraganti en el salón o dormir plácidamente para asegurarme de que por la mañana tendré mis regalos. Deseoso de despertar e ir corriendo  a tu casa, para abrir los que me han dejado allí y poder jugar con ellos. Para poder ver, por última vez en esas navidades, el portalito de belén más  grande y bonito  del mundo.  Por todo eso y un millón de cosas más, incluso por todas esas  que no sé y que muy posiblemente nunca sabré. ¡Gracias!

  ¡FELIZ CUMPLEAÑOS!

foto maaddr

Nos vemos en:

Instagram: @EneasBlair

Twitter: @EneasBlair

12 comentarios sobre “Siestas y café

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.