¡Sorpresa!

Querido lector:

Llevamos juntos nueve meses. Nueve meses en los que me he abierto de corazón al contaros mi vida y mi forma de verla. Nueve meses en los que jamás pensé que tanta gente estaría simpatizando conmigo y apoyándome. Y precisamente por eso os traigo una nueva sección al blog. Una sección que es única y exclusivamente por y para vosotros.  Una sección en la que me gustaría que tuviéramos una gran interacción entre nosotros, por lo que cualquier tipo de pregunta, duda,  de propuesta, idea etcétera será más que bienvenida (Por favor sentíos libres de expresaros).  Solo espero que os guste tanto a vosotros como me ha gustado a mí hacerla.

¡Nos vemos el próximo Lunes a las 16 h española!

El coro ( 2ª parte)

Querido Blair:

¡Hola Blair! ¿Cómo va todo? Dios , no sabes la alegría que me da verte así. Me encanta ver como cada viernes sales ilusionado de casa. Me encanta ver como empiezas a conocer gente con la que bromeas, ríes e incluso, después de los ensayos sales. Me encanta ver como coges la vieja guitarra de tu madre y empiezas a aprender con video tutoriales. Me encanta ver cómo te encierras en tu cuarto para ensayar las canciones del coro y no para llorar como habituabas a hacer. ¿Y sabes que es lo mejor de todo? Que aunque sigues visitando a la gente de bata blanca, que aunque sigues tomando la medicación la cual indiscutiblemente te están ayudando, lo mejor de todo es ver como el coro, la música, la familia y tus nuevas amistades te están sacando del agujero en el que estabas.

Es cierto que en el instituto sigues sin tener amigos, es cierto que la gente te sigue insultando, es cierto que te miran con desprecio pero todo eso te afectará menos porque estas literalmente en una nube de alegría. ¡Al fin tienes un grupo con el que salir! ¡Al fin sabes que hay gente fuera de esas paredes que te quiere y que te defendería en esa situación! ¡Y eso hace que todo sea más ameno!

Por lo tanto querido Blair, aquí va una recomendación de amigo: Sigue en el coro, sigue tocando el piano, sigue cantando, sigue tocando la guitarra porque te esperan cosas grandes aunque sean a largo plazo.

Nos vemos el próximo Lunes a las 16h española.

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El coro

 

Querido Blair:

¿Cómo estás?  Perdona que sea tan estúpido de preguntarte lo que ya sé, pero te confieso que nunca sé cómo empezar a hablar contigo. Sé que vas a ese centro lleno de batas blancas. Sé que sigues tomándote pastillas todas las mañanas para aguantar el día. Sé que eres muy joven  y que te gustaría no tener que pasar por nada de esto. Pero la vida muchas veces no es como queremos que sea sino  como ella quiere ser.

Y precisamente de eso te vengo a hablar hoy. De lo caprichosa que es la vida.  Veras…resulta que en tu ciudad vive un familiar lejano. Un familiar de esos  que no conoces. Un familiar que a pesar de  no conoceros, de tener una gran diferencia de edad, será bastante parecido a ti.  Una de esas personas amantes de la música. De esas personas que tienen un coro parroquial por puro amor a la música y a Dios.

Será tu madre la que  os presente y te anime a apuntarte. Allí te pedirán que les hagas de pianista. Y así lo harás. Conocerás a personas de todas las edades, la mayoría de la tuya. ¿Y sabes que será lo mejor de todo? Lo mejor de todo es que por primera vez te sentirás cómodo en un grupo. Por primera vez irás a un sitio público sin miedo. Por primera vez estarás deseando que lleguen los viernes por la tarde para comer e irte a los ensayos. Por primera vez te encontrarás cómodo contigo mismo. Por primera vez notaras que nadie se ríe de ti ni te juzgan.  Será la primera vez que pertenezcas a algo y eso hará que te sientas realmente bien.  Aunque desgraciadamente saliendo de ahí  volverás a sentir los mismos miedos. Solo será ahí. Solamente en el coro te sentirás seguro.

Nos vemos el próximo Lunes a las 16h española.

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EL DIAGNOSTICO

Querido Blair:

¿Qué tal te encuentras? ¿Perdido? ¡Dios, Blair! mira esas malditas salas ¿Dónde coño estamos? ¿Qué es todo esto? ¿Quiénes son?¿Por qué te hacen tantas preguntas? Es como si quisieran saber cada resquicio de tu vida. Mira esas sonrisas y esa alegría automatizada ¿A quién quieren engañar? ¿Por qué te hacen tantos test? ¿Qué quieren saber con ello? ¿Quieren saber tu Coeficiente Intelectual? ¿Tantos test para eso? Te retiran de la vista esas manchas que teóricamente son dibujos y te meten en otra sala totalmente a oscuras. Lo único que hay es un ordenador y la silueta de una silla vagamente iluminada. Te acercaras y sin replanteártelo dos veces comenzaras a cumplir las órdenes que te ponen en la pantalla.

Al acabar se encenderá una luz señalándote una puerta por la que debes pasar. La abrirás y una enfermera te llevará a otra sala donde te tenderá en una camilla, te colocara una especie de gorro lleno de cables en la cabeza y tecleará en un ordenador. Saldrás de allí para al fin reencontrarte con tus padres.

Tras esto pasareis a un despacho lleno de títulos enmarcados en las paredes con una decoración reinada por la madera y el cuero. El hombre de bata blanca comenzará a hacerte pregunta tras pregunta hasta que en el momento menos esperado te dará en la rodilla con un pequeño martillo y esta por acto reflejo se levantará. Se sentará de nuevo en el sillón de frente y comenzará a decir a tus padres el diagnostico de las pruebas que te llevan haciendo siendo los resultados depresión, antropofobia y TDA. Necesitarás medicación.

Nos vemos el próximo Lunes a las 16 h española.

Batas Blancas

 

Querido Blair:

Deja de hacer lo que estás haciendo  por un momento y escúchame.  ¿Qué tal? ¿Cómo te encuentras? ¿Qué tal en las clases?  Verás hoy te vengo a contar un secreto. Algo que se quedará entre tú y yo durante muchos años. ¿Ves a ese hombre que viene de vez en cuando a clases particulares de matemáticas?  ¿Ese hombre al que nunca has prestado atención alguna? Piensas que es simplemente otro profesor de tu academia y que viene a ‘ algo’ . Bien, pues ese hombre es uno de esos pequeños mensajeros de los ángeles o como la gente suele llamarlos ‘ una buena persona’ o como otros prefieren ‘ un buen profesional’. Él  está ahí porque tu profesora  lo ha traído al ver que no eres como el resto de  alumnos.  Porque   ve que no te ríes como los demás, ve que no levantas la mirada más allá de  lo que el peso del alma te lo permite.  Y ellos están ahí, velando por ti.  Uniendo fuerza para poder ayudarte. Te observarán y se pondrán en contacto con tus padres para recomendar  que veas a un profesional. Uno de esos profesionales de los que mucha gente necesita y que todos les avergüenza reconocer (y más a tu edad).

Empezarás a ir a una gran clínica situada en  otra ciudad. Viajarás durante un largo trayecto para llegar a un edificio con  un aspecto cercano y profesional  pero tan frío y distante a la vez que te hará incomodar cada vez que entras por la puerta.  Pasarás a distintas salas, primero acompañado por tus padres y luego solo. Salas, salas y más salas  una detrás de otra. Salas llenas de miradas vacías y rostros sin alma.  Salas donde se esfuerzan por ser amables pero que no hacen más que incomodarte. Verás a distintas personas con bata blanca charlar con tus padres dándoles indicaciones y explicaciones que no llegas a comprender. Sé que no comprendes nada de lo que estás viviendo, sé que todo lo que dicen no tiene sentido alguno para ti ya que hablan en lenguaje médico  pero tranquilo Blair que todo lo están haciendo por tu bien.

Nos vemos el próximo Lunes a las 16h Española.

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Autodestrucción (Parte 2)

 

Querido Blair:

 

¿Qué tal en tu mundo? ¿Cómodo viviendo ajeno a la realidad? ¿No ves que todo se derrumba debajo de esa falsa sonrisa? ¿Debajo de esos `todo está bien` de esos paseos solitarios, de ese silencio que te caracteriza y  de esa existencia etérea?  Simplemente vives por inercia, respiras por pura mecanización, comes por pura rutina y bebes por pura sed. No haces nada por ti ni para ti. Ni siquiera intentas tratarte bien a ti mismo. Ni siquiera te replanteas que te apetece hacer, que te apetece comer o que te apetece ver. Simplemente vives. Respiras. Ya.  Nada más. En clase te sientas atrás del todo, dejas clavada la mirada en el vacío y respiras.  Llegas a casa y es más de lo mismo. Te encierras en tu habitación y respiras. Ya. Nada más. Ni si quiera intentas ensayar. Tus manos no rozan  el piano. Las explicaciones de tu profesora para ti serán palabras vacías. El piano dejará de hablarte porque primero  has dejado de hablarle tu a él. No te preocuparás de ir a por las notas, incluso no dirás nada en casa. Empezarás  a faltar a clases por pura apatía. Y no parará ahí la cosa. Dejarás el conservatorio y no sentirás nada. Nada. Tan solo respiras. Da igual que la música fuera lo único que tenías en tu vida. Da igual, porque tú simplemente respiras. Solo eso. Respiras. Res…pi…

 

…ras…

 

 

Nos vemos el próximo Lunes a las 16h española.

Autodestrucción

Querido Blair:

¿Cómo vas? ¿Sabes algo? ¿Te acuerdas que te dije que no debías seguir así? ¿Qué en el mundo real tenías unas responsabilidades? ¿Qué no podías olvidarte de la realidad como si nada pasase? Pues ya empiezan las consecuencias de tu actitud. Y perdóname que en esta carta te esté regañando pero te lo advertí. Por estar encerrado en tu reino de cuatro paredes has empezado a fallar en los estudios. Has dejado de estudiar. Vas físicamente al instituto pero tu mente sigue en tu reino. Te dan tan igual que ni siquiera intentas salvarlo. Ni tan siquiera te dices “Hey, voy a ver que dice el profesor” tú sigues totalmente perdido. Vas al conservatorio tarde porque prefieres tomar el camino largo para aprovechar el máximo tiempo y no enfrentarte a tus obligaciones. Cuando tienes clases procuras hablar con tu profesora porque lo último que te apetece es tocar el piano. Y mucho menos quieres demostrar que ha pasado la semana sin que roces el instrumento en casa. Blair sé que no te estás dando cuenta, pero empiezas a desmoronar lo poco que habías construido. Tu solo. No necesitas nada más. Eres tú contra ti mismo. Y claro, todo esto no quedará ajeno a los ojos de tus padres, que ven como tus notas empiezan a bajar a la misma rapidez en la que la pasividad va ganando terreno en tu existencia. Por ello, en un intento de ayudarte, tus padres decidirán apuntarte a clases particulares de matemáticas en una academia al lado de casa. Solo te quiero pedir que aproveches esta oportunidad que te están dando. ¡Ánimo que tú puedes!

Nos vemos el próximo Lunes a las 16h Española

Harry Potter, Disney & Hilary Duff

 

Querido Blair:

 

¿Cómo estás? ¿Sigues siendo el perfecto desconocido en clase?  ¿Sigues paseando por los pasillos acelerado intentando llegar lo antes posible a la biblioteca intentando evitar cualquier  contacto visual? Y lo malo no es eso. Lo malo es que empiezas a ser otro perfecto desconocido en casa. Cuando llegas, sueltas la mochila y pones una falsa sonrisa diciendo que todo va bien. Terminas de comer y te encierras en tu cuarto, o más bien dicho, en tu fortaleza contra el mundo.  Ahí parece que no te puede pasar nada. Es el mundo perfecto entre Harry Potter, Disney y Hilary Duff.  Cuando necesitas olvidarte de toda la realidad que te rodea vuelves a ver o releer la saga de tu mago favorito. Cuando necesitas creer en el amor y en los finales felices te pones una y otra vez tus películas. Y cuando necesitas gritarle al mundo como te sientes, que necesitas  volar, salir corriendo, que te odias a ti mismo, que estás perdido… entonces cierras los ojos y escuchas  tu disco favorito .Vives  tan cómodo en ese mundo, te sientes tan seguro  que olvidas por completo las obligaciones que te impone el mundo real. Te da igual todo. Empezarás a ir por la calle con  los cascos  y la música a todo volumen intentando callar al mundo. Pasarás las clases en silencio y abstraído en tus pensamientos. Y sin darte cuenta cada vez serás más apático e introvertido.

 

Nos vemos el proximo Lunes a las 16h española y en:

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La biblioteca

Querido Blair:

¿Qué tal lo llevas? ¿Qué tal en tu nuevo centro? Imagino que serás consciente de que tus profesores te tratan mejor que lo hacían en el anterior. Imagino que verás que tus compañeros pasan olímpicamente de ti, no te insultan, no se ríen y ni te hablan ni nada por el estilo. Era lo que siempre habías querido ¿No? Querías eso, que nadie te tuviera en cuenta, pasar desapercibido, que nadie sepa nada de ti, que no te molesten, que nadie pose una mirada de desprecio sobre ti, que nadie se ría de ti y al fin lo has conseguido. Existes pero es como si no existieras. Respiras pero es como si no respiraras. Nadie sabe quién eres, de dónde vienes o que cosas te interesan. Mírate, cuando llega el recreo aprovechas para irte a la biblioteca donde procuras leer algo de literatura o adelantar tarea. En educación física haces las actividades sin pensar quien será tu pareja, porque en realidad te da igual quién es ese chico o esa chica. Solo quieres eso. Seguir pasando desapercibido. Ser una inocua sombra. Solo quieres asegurarte de que dentro de unos años ningunos de tus compañeros te recuerde al ver las fotos de la orla. Quieres ser borrado sobre borrado. Y así pasas las horas. Y así pasas los días. Y así pasas las semanas. Y así pasas los meses. Siendo el perfecto desconocido. No visualizas ni si quiera la posibilidad de hablar con tu compañero de al lado. Solo quieres eso. Ser el perfecto desconocido.

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Llegó el día

 

Querido Blair:

Llegó el día. Sé que no tienes ninguna gana. Que en realidad lo que quieres es hacerte el dormido, que tu madre te vea, se enternezca y te deje durmiendo. Y así día tras día. Mes tras mes. Y año tras año. Pero no Blair. Tienes que levantarte , salir ahí fuera y enfrentarte a la realidad, enfrentarte a tu primer día de instituto.  Corre, ve al armario, coge tu sudadera favorita y disponte a comerte el mundo.  Intenta olvidar por todo lo que pasaste anteriormente en tu antiguo centro. Olvida las risas, los insultos, los golpes, las miradas de desprecio, los puñetazos, las patadas, los balonazos, las collejas,  las amenazas y todo por lo  que te hicieron pasar. Seguro que en este nuevo  centro encuentras gente similar a ti. Seguro que hay más chicos sensibles de esos a los que no les avergüenza llorar a cara descubierta, amantes de la música, de los musicales, de Disney, de la cultura americana, que tocan instrumentos, que les gusta ir al cine para luego cenar pizza, que no se preocupan de su aspecto físico porque les da igual ser guays o no. Pero primero tienes que levantarte de la cama.

¿Y sabes qué? Que cogerás  fuerzas de donde no las tienes, saldrás de tu cuarto con un halo esperanzador en tu mirada e iras a tu nuevo centro. Rápidamente verás que  es un  lugar pequeño y bastantes destartalado, con colores verdes y blancos que recuerdan más a un hospital que a lo que en realidad se supone que es. Llegarás a tu clase y te sentarás en una esquina cercana a la puerta para pasar desapercibido. Todo parecerá estar en orden, hasta que el tutor pase lista y tú al escuchar tu nombre contestes un ‘Presente’ provocando la risa de todos. Y entonces todo volverá a su sitio. Volverás a sentirte el mismo de siempre. Volverás a sentirte inseguro, a desear que la tierra  te trague. Hasta que el tutor corte las risas con un implacable ‘No le veo la gracia por ningún sitio ¿Alguien me lo explica? Sorprendentemente  es la primera vez que un profesor te defiende haciéndote ver que  todavía hay esperanza, aunque en esa mañana no volviste a hablar más.

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