Querido Blair:
¿Qué tal va todo? ¿Recuerdas lo que te comenté en la anterior carta? ¿Recuerdas todo lo que te llevo contado en las cartas que te llevo enviadas? Relee alguna si lo necesitas. Tranquilo yo no me voy a ir de tu lado. ¿Ya? ¿Te das cuenta que siempre te he dicho que tuvieras los ojos bien abiertos? Bueno…pues hoy te vengo a contar algo para lo que ni tu ni yo estamos preparados. Porque créeme es algo que a día de hoy sigo sin entender yo ¡Como para que lo entiendas tú!
¡Verás! Tu amigo va a faltar a clase. Y tú con toda tu buena intención vas a llamar a su casa para preguntar por su salud y darle la tarea (para que no se quede descolgado del resto de la clase). Pero será su padre quien se ponga al otro lado del teléfono, lo cual así de primeras no parece un problema ¿Verdad? Porque no debería de serlo Blair, porque no debería de serlo. Tú serás amable y educado, como siempre, al hablar con este señor. Le preguntarás por la salud de su hijo y a continuación le dirás las tereas que os habían mandado esa mañana. Hasta ahí todo correcto. El problema no será ese. Ni el problema estará en ti. Te lo repito EL PROBLEMA NO ESTÁ EN TI. La conversación será algo tal que así.
– ¡Hola!
– ¡Hola! ¿Quién es?- preguntará el padre.
-Soy Blair compañero de clase de su hijo. Me han dicho que está enfermo ¿Cómo se encuentra?
– Está mejor, seguro que mañana va a clase.
-Simplemente llamo para darle las tareas que nos han mandado para mañana.
-Espera lo apunto.
-De matemáticas estudiar para el examen de fin de trimestre y de Lengua las siguientes páginas de sintaxis.
Todo parece normal ¿Verdad Blair? Pues prepárate para lo que te espera mañana…
Nos vemos el próximo Lunes a las 16h España.
ajajaja me dejaste colgada a mi esperando el desenlace, eso no se hace!!! 😉
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Ya tienes la segunda parte!! Ojalá y te guste!!
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